"Deseo y Todo el dulce pulso del sufrimiento
De las heridas apacibles.
Eras vos quien
Se fue hacia el interior de la adusta sombra.
Ahora, en la noche, venís serio
A dejarte caer conmigo.
Una estúpida, fría, rígida bayoneta
En mi caliente e hinchada, palpitante alma"
Ernest Hemingway

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